3.10.08

td/021 - Espuela de hierro

Esta espuela de hierro forjado procede de la región italiana de Piemonte, de los mismos lugares de las gafas (td/011).

Está enteramente oxidada, pero la estructura sigue intacta, incluso la estrella y las asas para engancharla a las botas del jinete.

Leo que las espuelas son elementos opcionales para la conducción de un caballo. No lo sabía.
Su función es la de impartir órdenes más precisas al animal (es decir, más precisas que con el simple movimiento de las piernas) o también incitar con más fuerza a un caballo que no responde exactamente a los mandos, por ejemplo delante de un obstáculo especialmente difícil de superar. En este caso tendría una función parecida a la del látigo.
Yo no voy a caballo y mis conocimientos en este campo son bastante limitados, pero la estrellita de hierro, vista miles de veces en las botas de los vaqueros del cine, habla claro: "¡O haces lo que yo te digo o te voy a pinchar!"
Y el caballo sigue el rollo al jinete, esperando que algún salvaje pielroja esté esperando detrás del primer cactus y le quite ese peso de encima.

De todos los animales domésticos que han acompañado al hombre a lo largo de su historia, el caballo es el que ha tenido el papel más importante.

Con el perro, el hombre estableció un fuerte lazo de amistad (que se rompe sólo durante las vacaciones de verano): desde el principio fue su compañero de vida y la relación entre los dos estuvo fundada en la recíproca supervivencia.
Luego el hombre entendió que el perro, pudiendo percibir a distancia el aproximarse de personas y animales a través de sus sentidos tan desarrollados, podía ser empleado también para la defensa del territorio y de la casa. El hombre seleccionó con el tiempo los perros con las mejores características según sus necesidades, para llegar a tener, hoy en día, perros de defensa, de caza, de trabajo, de compañía, etc.
En fin, una gran prueba de amistad auténtica y desinteresada.

Muchos otros animales fueros sometidos por el hombre para satisfacer sus necesidades de trabajo y de alimentación.
Estamos hablando de todos aquellos animales domésticos de los que se ha rodeado y que le han permitido vivir a sus expensas: pollos, cerdos, bueyes, vacas, cabras, ovejas...

Con el caballo la historia es un poco diferente. El caballo, en un primer momento considerado un alimento al igual que todos los animales depredados, se ha convertido con el tiempo en el principal instrumento de progreso del hombre. Podemos decir sin temor a dudas, que sin la contribución del caballo el curso de la evolución y de la historia humana habrían sido seguramente diferentes.
Pensemos a qué quedaría del gran Napoleón si en vez de estar sentado en la grupa de su caballo blanco estuviera inmortalizado de pies en medio de sus tropas dos palmos más altas que él...
Puedo imaginar a Átila rey de los Hunos corriendo por la estepa con sus patitas cortas y peludas... o los jinetes medievales con sus armaduras de hierro, ahogándose en un charco de agua...
Y podría seguir... (se aceptan más ejemplos en los comentarios)

Como para los otros animales dominados, la intervención del hombre ha influido de forma sustancial también sobre la evolución de las razas equinas, siguiendo también en este caso un concepto exclusivamente utilitario. Pensemos a todas las actividades donde el caballo ha acompañado al hombre: el trabajo en el campo, el transporte de personas y mercancías, la guerra y la conquista, el arte y la cultura, sin olvidar que el caballo es utilizado aún hoy como alimento.

En los países más pobres todo esto sigue siendo una realidad (con la exclusión de guerras y conquistas, para eso ya hay mejores medios), mientras para los países occidentales el caballo representa hoy una dimensión más ecológica y deportiva: "Hazme ganar esta carrera si no el patrocinador me abandona, los apostadores ya no cuentan conmigo y... ¡nada de azucarillo! Ah, y ni se te ocurra quedarte cojo ¡que si no te mato!"

Menos mal que no todos piensan en los demás animales como en razas inferiores a las que hay que amaestrar y someter a su voluntad.
También hay quien los caballos los sabe amar sin pretender nada (o casi) a cambio.


DETALLES
Tamaño: cm 13 x 8,5
Diámetro de la estrella: cm 2,8
Peso: 20 gr

Procedencia: 1989. Un viejo establo abandonado en una casa rural en las montañas, en la provincia italiana de Cúneo.

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